El pasado día 25 de marzo, los niños de nuestra parroquia recibieron por primera vez el sacramento de la Penitencia.
Todos los años resulta una celebración que los niños y los padres viven con alegría.
Es importante que este sacramento no se reciba “como de pasada”, sino en una celebración hermosa, llena de simbolismos como que los padres les revistan de blanco y les acompañen en el rezo de la penitencia a sus hijos.
Y este año hemos podido volver a terminar esta celebración con un pequeño festejo para expresar la alegría del perdón.