Como en todas las viviendas nuestro templo parroquial también necesita un mantenimiento que evite su deterioro. Hace poco fueron las campanas, ahora le toca a la cubierta; el tipo de techumbre exige que periódicamente se revise y se renueve la capa de impermeabilización. En esta ocasión hemos comprobado que también los tragaluces que están sobre el altar y el sagrario, necesitan reponerse, todo esto supone gastos importantes, que se van asumiendo gracias a los que colaboráis con la parroquia, especialmente a través de los recibos de colaboración. ¡GRACIAS POR SENTIR LA PARROQUIA COMO ALGO VUESTRO!