Este domingo celebramos la fiesta de Pentecostés con la que terminamos el Tiempo de Pascua. Es la fiesta que conmemora la venida del Espíritu Santo sobre la Iglesia naciente. Los Apóstoles recibieron la luz y la fortaleza del Espíritu Santo para transmitir la Buena Noticia por todo el mundo, dejando de estar escondidos “por miedo a los judios“.
También nosotros tenemos que salir y dar testimonio de nuestra fe, no vivir escondidos ni acomplejados, sino dando “testimonio de que el cristianismo es un modo fascinante de dar sentido a la existencia”, como nos dice el Sr Arzobispo en la Carta Pastoral en el día de la Acción Católica que se conmemora en esta solemnidad