Cada año los niños de la parroquia participan masivamente en la Procesión de Ramos desde el parque de Ramírez recordando lo que se hizo en Jerusalén nos recuerda la liturgia de ese día: “los niños hebreos llevando ramos de olivo, salieron al encuentro del Señor cantando Hosanna en el cielo”
Este año no pudieron estar presentes físicamente, pero los niños de San Fernando hicieron caso a nuestro arzobispo poniendo sus palmas en las ventanas para hacer visible que, aunque nos tenemos que quedar en casa, la iglesia sigue viva.
Desde nuestra iglesia celebramos un pequeño grupo la Eucaristía y desde aquí pedimos por todas esas pequeñas “iglesias domésticas” que sois una pieza fundamental de la Iglesia de Dios.
Galería